Quizás no sea una mala idea que al encontrarnos con alguien e inmediatamente después del saludo le hagamos escuchar una canción, para luego empezar a conversar.
El mensaje puede tener como destinatario al otro, o a otro; puede estar en la letra, el artista o el ritmo; el mensaje puede incluso no existir.
-Hola -te digo entonces-. Escuchá esta canción.
Y te pongo los auriculares.
Kevin Johansen - "Timing"
miércoles, 3 de septiembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
6 comentarios:
que enorme alivio ver este post, gracias gaby
q flash loco siempre pense lo mismo es verdad lo q decis seria una buena costumbre.
Dominique:
De nada.
Espero que también te haya aliviado la charla.
Mozart:
Sí, ¿no?
Te ahorraría toneladas de palabras para crear un buen clima.
Viste el capítulo de Family Guy en el que Peter pide que todos sus movimientos sean acompañados por música incidental?
La joda es... cómo saludás a un sordo, si no puede leer los labios de la música que te acompaña?
Jeje... No había pensado en ese capítulo, pero sí... Es una variante de esa idea.
Y ante oídos sordos... palabras necias.
(pst... secreto...
...esta es una de las grandes verdades de Kevin)
Publicar un comentario