Cuando volviste de las vacaciones y te enteraste de que se había cambiado de escuela.
Cuando te dijo "Te llamo en la semana" y nunca más te llamó.
Cuando "te tomaste un tiempo" y terminaron cortando por teléfono.
Cuando se fue de viaje con la idea de volver y nunca lo hizo.
Cuando te fuiste del hospital pensando que al otro día le daban el alta.
Decir "No me gustan las despedidas" es no haber sufrido nunca la falta de ellas.
21 comentarios:
Oh si.
Cuántas veces hubiese querido uno poder decir chau cuando era el último momento.
Es verdad, muchas veces me hubieran hecho falta, aun no quieriéndolas. Otras veces tuve despedidas que no decían adiós... pero deberían haberlo dicho... y siempre te das cuenta que recién tenés claro el juego con el resultado puesto... Muy lindo tu post, chaboncito.
Lei poco pero me gustó el blog. Volveré.
Sds
PD: Yo tampoco se andar en bicicleta.
Nada como empezar la semana con un golpe bajo.
Si, es verdad, a veces es mejor una despedidad que al sabor amargo de que saber que no va a existir ninguna...
besos, buena semana
No, yo siempre dije que no me gustaran las despedidas y cuando tuve que dejarlo en un aeropuerto del otro lado del continente, lo afirmé. Las despedidas te rompen el corazón. Los ojos no pueden evitar llorar y la respirción inevitablemente se altera. Odio tener esa última imagen tan clara. Me duele, percute, que se borre.
Lo feo no es el momento de la despedida sino lo que viene despuès ....
Nunca logro escapar de las despedidas, por eso me acostumbre que a pesar de todo, es menos doloroso decir un "Hasta luego", aunque no sea la última vez de verdad.
Botona:
Así es. Los Redondos cantaban "Las despedidas son esos dolores dulces", y quien no conozca esa dulzura es tan necio como el que no conoce esos dolores.
Juancito:
Gracias.
Muy linda tu frase.
Melli:
Está mal tu frase: te gustó el blog PORQUE leíste poco ;)
Gracias por el link. El tuyo ya fue acá.
Cande:
¡Mejor ni averiguar cómo la terminamos!
Blonda:
Totalmente de acuerdo.
Besos y buena semana para vos.
Hormiga:
En tu caso, si no me hubiera despedido, mis ojos aún estarían llorando y mi respiración aún estaría alterada.
Soleaspe:
Y ese momento, en mi opinión, es MUCHO más feo cuando ni siquiera hubo despedida.
Jaki:
Despedida preventiva, que le dicen. No está mal.
A todos, gracias por comentar.
sabes cuántas despedidas me perdí, pensando que iba a tener otra oportunidad? es horrible.
Es horrible, sí.
Por más despedidas, entonces...
Las despedidas son necesarias. Sino, todo queda flotando, como en el aire.
Lamentablemente, por más necesarias que sean, no siempre (o casi nunca) son agradables.
Por otro lado, como bien lo refleja tu post, muchas veces no sabemos que son despedidas.
Sí.
Y a veces lo sabemos, pero nos hacemos los boludos.
nadie debería quedarse con las ganas de decir algo, aunque sea adiós...
un beso.
Fiona, entendiste EXACTAMENTE lo que quise decir.
Pues yo niego. Quien ya no está, nunca estuvo.
Cuando se van, nunca voy al aeropuerto, saludo con un "hasta mañana", finjo que está todo bien -hasta que no lo está.
Cuando me voy, tampoco lloro ni me despido. Pero daría cualquier cosa por cambiar ésa despedida, cuando él me negó un último beso. No me expresé en su momento, pero me atormenta desde entonces, se me aparece en cada llanto.
Las despedidas son una mierda, qué querés que te diga.
¡Es que nadie dice que no lo sean, Angelus!
Pero, si las despedidas son una mierda, la falta de ellas es mucho peor. Tu último comentario creo que avala mi opinión.
Las despedidas... fundamentales siempre para cerrar un ciclo.
Fundamentales, sí. No hay cierre sin una despedida.
Me gustó mucho este post. Y el blog va a la lista de los q leo siempre =)
Bienvenida, Any.
Un placer que te haya gustado el blog.
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