Conozco a una chica que, al saludarte con un beso, acerca su boca a tu mejilla demasiado lentamente.
Es como esas películas de terror en las que, aunque ya sabés que el protagonista va a salvarse, igual te inquietás.
La boca siempre llega a la mejilla, claro, pero mantiene el suspenso hasta el final.
jueves, 9 de noviembre de 2006
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1 comentario:
No entiendo la relación de esta entrada con el blog Verdad de perogrullo XLIII, vos siempre construyendo esos vínculos extraños!
[09/11/2006, 10:47]
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