El otro día, mientras caminaba por la calle, vi que una chica se estaba metiendo en la boca del subte. La mina era hermosa, así que la seguí con la mirada.
Me miró, y ahí me di cuenta de que era conocida... la vi más de una vez en televisión.
Me siguió mirando (con la expresión que sólo tienen las mujeres acostumbradas a que las miren mucho), y seguramente pensaba que yo la estaba mirando porque era famosa, cuando yo en realidad la estaba mirando porque era hermosa.
Parece frase hecha, pero por ahí es cierto eso de que la fama no te deja disfrutar de algunas cosas...
miércoles, 14 de diciembre de 2005
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