Hizo falta tanta célula enferma para sacarte la sonrisa, tanto dolor de cuerpo para dejarte sin ganas de chistes... Hizo falta tanto cáncer para llevarte...
Un día, si el Dios en el que no creo me destina el Cielo que quizás no merezca, vamos a volver a jugar -por toda la Eternidad- al almacén. Mis risas van a volver a escucharse como en aquel tiempo.
Tía a secas ("tía abuela es la otra"): te voy a extrañar demasiado.
sábado, 24 de febrero de 2007
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