2009

Mi 2009 será recordado por haberme ido a vivir solo, por la muerte de mi perra, por haberme reconciliado definitivamente con la facultad, por haber dejado el psicoanálisis, por haber llevado el blog a su momento de más actividad, por haber llevado el blog a un cada vez más probable agónico final, por haber pasado del eterno talle small a un incipiente medium, por haberme hecho adorador del Nokia 1100, por haber acentuado mi simpatía con el kirchnerismo y por muchas otras cosas más.

Pero, por qué negarlo, el 2009 es el año en el que la cabeza de una mujer descansando en mi pecho dejó de ser un peso para pasar a ser la gloria.

Brindo por eso, claro está, y por un 2010 que se intuye ideal.

Salud, y feliz año.

Que la inocencia me valga

Del papelón que cometí ayer se pueden sacar dos conclusiones, al menos:

1. Soy infinitamente más "inocente" (eufemismo por "boludo") que los lectores de este blog.


2. El merchandising de LHNTDI sería un rotundo fracaso de ventas.

Mejor voy cancelando lo de los muñequitos...

¿Qué tenés que hacer esa noche?

Finalmente, un proyecto demorado y bastante ambicioso verá la luz.

Si existe la de Yo, Matías y la de Maitena; incluso la de Sabina y la de Gaturro, no había ningún impedimento para que la de LHNTDI se hiciera realidad.

La Agenda 2010 de Los hombres no tienen diario íntimo, entonces, es el regalo que debiste hacer en Navidad (si no hubiera habido una leve demora en su impresión).

Una Verdad de perogrullo, unas Palabras del profeta, un Clarín Porteño o alguna otra estupidez que se me ha ocurrido escribir puede sorprenderte por día, segundos antes de que anotes aquel evento que seguro termines postergando.

Las fotos, en cuanto recupere mi cámara.

Por cierto: si $30 no te parece una suma demasiado elevada para una linda edición anillada en tapas duras, mandá un mail a lhntdi@gmail.com.

Lleno

Que a Papá Noel le escriba pidiéndole sólo ideas para este blog dice mucho acerca del nivel de satisfacción que tengo en este último tiempo con mi vida, ¿no?

Como siempre, feliz Navidad para los que aún quieren brindar conmigo.

Verdad de perogrullo CXVIII

Como con los cepillos de dientes, uno nunca sabe el momento justo de cambiar la esponja para lavar los platos.

Verdad de perogrullo CXVII

Criticamos a los jóvenes para disfrazar de alivio la bronca por no serlo más.

Te hago una sugerencia

¿Esto es lo más parecido al éxito?

Curiosidades del reino animal XXXVI

¿Sabía usted que, en 1998, la Suprema Corte de Justicia falló a favor de considerar causal de divorcio el no cerrar, al terminar de ducharse, la llave que hace que el agua vuelva a salir por la canilla?