Santísima Trinidad de las Tilingas

1. No saber caminar en tacos demasiado altos.
2. No dejar de tironearse para abajo las polleras demasiado cortas.
3. Atarse el buzo a la cintura, por sobre las calzas o pantalones ajustados.

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http://www.revista-caras.com.ar/ed_1294/nota2.html

Visitómetro

Según las estadísticas, las visitas caen regularmente en el sitio.
Según los comentarios, tengo sólo tres lectores.

Se me ocurrió que todo aquel que entre a Los hombres no tienen diario íntimo firme este posteo, haciéndome notar que lo leyó.

Conociendo a alguno de los posibles lectores, les advierto que no es necesario dejar rastros de quiénes son: los comentarios pueden ser anónimos (incluso aunque haga falta iniciar sesión de Hotmail, el firmante aparece NN).

Se abre, entonces, el visitómetro: la manera más ridícula de saber si escribo para alguien.

Spoiler

El domingo, resucita.

I am a pupil

Sólo en caso de que no hayan visto el nuevo recuadro que apareció a la derecha de todo esto, existe un nuevo blog en el ciberespacio, como si fueran pocos.

Para peor, es mío.

Intentará transmitir lo "de embolsados" que es mi carrera.

No sé cuánto puede durar, ni a qué puerto llegará (¿alguien recuerda Yo no la escucho?), pero si tienen ganas de darse una vuelta y firmar con palabras de aliento, serán bienvenidos.

Pequeña digresión musical IV

Finalmente, Pablo Dacal editó su segundo disco con La Orquesta de Salón, lo tituló La era del sonido e incluyó en él la canción "La guitarra y el bolsón".

Si no lo conocen, y quieren hacerlo, deberían darle algunas escuchadas a este tema. Al terminar la primera, seguramente ya no les choque su voz; al terminar la segunda, quizás amen a su orquesta; al terminar la tercera, no van a poder despegar esa melodía ("Dentro de lo que puedo pensaaar...") de su cabeza.

Que así sea.

Pablo Dacal y la Orquesta de Salón - "La guitarra y el bolsón"

Palabras del Profeta XV

Maldito el otoño, porque hace que salir de la ducha sea una tortura.

La caída IV

Yo debía tener 5 ó 6 años cuando a mi hermana se le cayó un Pequeño Pony en el inodoro.
A sus 9 años, el agua (limpia) adentro de la taza le daba un tremendo asco y no se animaba a agarrar a su caballo de juguete.
A mis 6 años, el asco era el mismo, pero algo me dijo que yo era el hombre y que yo debía agarrar al Pony.

Me arremangué, tomé coraje y metí la mano. Rescaté al muñeco y lo lavé en la pileta.

Ese día, ante la mirada extasiada de mi hermana mientras le devolvía el caballo rosado, comprendí el poder de lo que llaman caballerosidad.

Arquitectura

Preguntando se llega a LHNTDI

En las estadísticas de visitas a Los hombres no tienen diario íntimo encuentro que alguien llegó al sitio buscando, en Google México, "si cmbio de posicion pierdo la ereccion" (sic)...

Otra persona más que sale del blog sin respuestas a sus problemas...

Frases célebres XXI

Sigo siendo aquel muchacho soñador
que observaba las estrellas.
Sigo siendo aquel muchacho soñador
pero no las veo tan bellas.

Kevin Johansen, de "Soñé"